sábado, 9 de marzo de 2013

9. Formas de Opiniones y Actitudes.


9. Formas de Opiniones y Actitudes.

I. Estereotipos

Cuando una persona quiere atribuir a otras actitudes que denotan una determinada forma de ser, recurre a imágenes casi unánimemente admitidas o usadas. Se oye decir, por ejemplo: “Pedro es un Judío”, “Tiene Lengua de cartero”, “Charla como un peluquero”, entre muchas otras, para significar que Pedro tiene apego al dinero o que el lenguaje de alguien es ordinario y soez, y por último tal o cual habla hasta por los codos.

Veamos de donde procede el término estereotipo, y cuál es su significado. Fue usado  por Lippman, cómo una extensión del vocablo originalmente del campo topográfico, y que hace relación a las imágenes que cada individuo modela para hacer referencias obtenidas del ambiente, a cerca de determinado objeto.

La estereotipia, en el sistema mecánico del periodismo, es un proceso técnico de impresión, basado en los modelos que se obtienen de la composición del material en plomo (Pb). Dichas formas lanas se utilizan para obtener un matriz a presión, generalmente en cartón o papel mascado.

Este procedimiento mecánico ha sido transferido por los investigadores del comportamiento humano y de la opinión pública, en particular, al conjunto de imágenes que guarda cada persona acerca de la diversidad de objetos (en el sentido ontológico de la palabra). El estereotipo sugiere  la existencia de imágenes que conservamos por experiencias anteriores y que han quedado almacenadas en nuestra memoria; por cierto, poseemos ideas acerca de actitudes, sin conocer de ciertos objetos. Reaccionamos en virtud de esas imágenes ante nuevas informaciones que nos transmiten mensajes alusivos ellos.

Muchos estereotipos se fijan por la constante repetición de frases hechas, estribillos, slogans de diversos contenidos: políticos, comerciales, extraídos de discursos, o porqué los anunció un líder de opinión, un gran novelista, o porque la oímos en labios de nuestra actriz favorita.

Los estereotipos o clisés invaden todos los campos  de nuestras experiencias, de nuestro aprendizaje del conocimiento racional, sensible e intuitivo del mundo externo. Esta formación de imágenes fijas, que bien pueden ser alimentadas o enriquecidas por los marcos de referencia en constante aumento, se debe en gran medida, a la influencia de los medios de comunicación; a los sistemas de los códigos, patrones bajo los cuales seleccionamos las informaciones; parámetros que permiten obtener elementos de codificación y decodificación, en función de las intenciones comunicativas de la fuente y agentes intervinientes en todas las fases del proceso comunicativo.  

Los estereotipos tienen base en cada lenguaje y están reforzados y divulgados por la comunicación.






















2. Prejuicio

     El prejuicio es anterior a la experiencia con el objeto.  Es una manera de ver, un punto de vista adoptado, un concepto preformado; por eso prejuicio, quiere decir juicio previsto.

El prejuicio es muy parecido al estereotipo; en realidad pueden confundirse muy fácilmente y, de hecho, el prejuicio cae dentro de la órbita de los estereotipos. Nada definitivo hay al respecto, pero aparentemente el estereotipo puede ser positivo o negativo, es decir con “imagen” adversa o favorable. Y cuándo esa imagen lleva contenido hostil, se convierte en prejuicio. Lindgren anota que la naturaleza del prejuicio es la precisión hostil que puede expresarse “de una manera simbólica y no directamente”.

Pero Klineberg, sostiene que el prejuicio puede ser también positivo y lo define así: “Como su nombre lo indica, es un juicio previo, un sentimiento o reacción hacia las personas o cosas, anterior a la experiencia y, por tanto, sin fundamento a ella”.

Si el prejuicio es aparentemente idéntico a los estereotipos, su base verdadera es el comportamiento frente al objeto, mientas que el estereotipo es una “imagen”, de donde podemos inferir que la relación estereotipo – prejuicio se refiere a que el primero es anterior al segundo.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

BIBLIOGRAFÍA:

Rivadreira, Prado Raúl. La opinión pública. Capitulo 9 “Formas de opiniones y Actitudes”. Pp 135-165. Recuperado el 25 de Enero de 2013.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario